A veces huidizas, a veces, hirientes.

A veces hermosas, a veces, silentes.

Palabras…

Nos despiertan, nos liberan, nos deleitan…nos incomodan.

Nos desgarran por dentro buscando una salida digna a lo que nos corroe.

Se encadenan, se ordenan.

Coquetean entre ellas dispuestas a ser las elegidas.

Las más honestas.

Las más sinceras.

Las que transforman ese nudo en tu garganta en liberación para el alma.

Las que hacen que sonrías al garabatearlas.

Las que te enamoran al recordarlas.

Palabras…

Eso es, sencillamente, lo que busco en este espacio, en este mi pequeño rincón.

Esculpir con palabras lo que se esconde bajo ese rictus de desesperanza mal disimulado o, incluso, cincelar esa felicidad que la vida, en su magnánimo devenir, se ha dignado a regalarme.

Dejar atrás esa hoguera…y seguir el rumbo hacia la felicidad y el sosiego.

Soltar amarras…

Dejar que sean las palabras las que, una vez dibujadas, abran las ventanas y dejen que la brisa, nueva y fresca, reconforte nuestro espíritu.

A veces no es fácil hablar.

A veces, triunfa el silencio.

Otras muchas veces, en cambio, son las palabras las que nos escogen a nosotros. Sacan sus mejores galas y se pasean por esa hoja en blanco que tienes abierta frente a ti…

Aparece la magia.

Y sonríes.

Porque ya no escuece.

Porque ya no hay olvido.

Sólo palabras…

CCG

#

No responses yet

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *